
Alerta por la continuidad de las medidas de fuerza
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En la continuidad de las medidas instrumentadas en resguardo de los derechos de nuestros afiliados, queremos en primer lugar felicitar a todos los compañeros por el acatamiento total de las acciones dispuestas mediante el pronunciamiento unánime de las asambleas de base.
En tal sentido ya están dadas las condiciones para iniciar de manera inminente la segunda fase de las medidas de fuerza, de acuerdo a lo dispuesto oportunamente por los trabajadores y trabajadoras de todo el país, por lo que nuevamente les pedimos que permanezcan en estado de alerta a efectos de que, cuando reciban instrucciones respecto del comienzo, de la modalidad, alcance y duración de las mismas, ésta pueda efectivizarse en forma inmediata.
Con relación a una nota confeccionada por delegados y delegadas de distintos establecimientos lácteos del país, la que nos piden que publiquemos, en la que con justa razón responden a un comunicado difamatorio de una de las cámaras empresarias del sector, donde se acusa al Sindicato (a los trabajadores), de negociar de mala fe y reclamar aportes supuestamente abusivos realizando medidas de fuerza sin fundamentos; les decimos que no la publicamos porque sería caer en un error.
Les pedimos a los compañeros que no respondan ni entren en el terreno de la provocación que este sector propone faltando a la verdad para embarrar la cancha, tratando de desviar la atención y eludir la responsabilidad que le cabe.
Dicen que recomponen el salario en un 61%. Lo que no dicen es que de ese 61%, dos puntos corresponden ¡al año 2018! y 4,5% para ¡el año 2020! Es decir que la recomposición del año 2019 sería del 54,5%.
Pero el porcentaje no es el problema, sino el desfasaje que se produce entre el momento en que se acusa la inflación y el momento en que se actualiza el salario.
Veamos, ¡EN UN AÑO LOS LÁCTEOS AUMENTARON UN 112%! ¿Qué recibió el trabajador hasta hoy, diciembre de 2019? Un 23%.
¿Quién se quedó con la diferencia? Los señores que nos piden razonabilidad.
Hagamos esta simple cuenta para ver con cuánta plata del trabajador se está quedando el empresario.
Inflación de julio: la aplicaron en los productos que fabrican los lecheros pero el trabajador tuvo cero aumentos.
Inflación de agosto: la aplicaron a los lácteos pero no le actualizaron el sueldo a los trabajadores.
Hicieron lo mismo con setiembre, octubre y noviembre, donde aumentaron los productos lácteos, inclusive muy por encima de la inflación -casi el doble- y a los trabajadores tampoco les dieron nada.
Entonces, no se trata de equiparar la inflación, sino en el momento en que se hace.
Han acumulado en sus arcas una suma dineraria que es de las y los trabajadores.
Por ello y sin abandonar nuestra permanente vocación de diálogo, en tanto excedidos primigenios límites con dos conciliaciones obligatorias sin resultado, nos disponemos a avanzar en la segunda fase de la acción sindical proyectada y constitucionalmente tutelada.
CONSEJO DIRECTIVO NACIONAL